En un intento de pasar por la vida sin dolor, negamos la oportunidad de cambiar lo que nos duele. Jeffrey Young.
Los esquemas son temas o patrones amplios (muchas temáticas) y persistentes (estables en el tiempo) que constan de recuerdos, emociones, pensamientos y sensaciones corporales. Hacen referencia al análisis de uno mismo, de las propias relaciones con los demás y del mundo. Se desarrollan durante la infancia y la adolescencia y se siguen elaborando a lo largo de toda la vida.
Los estilos de afrontamiento son las conductas que se desarrollan como consecuencia de los esquemas.
Las principales características de los esquemas son:
Son universales:
Todas las personas desarrollan esquemas que les ayudan a entender el mundo, a sí mismos y a los demás.
Son estructuras cognitivas:
“Filtran” la información para ayudarnos a interpretar y predecir el mundo. Se componen de creencias, sentimientos, expectativas y recuerdos. También implican un sesgo atencional hacia ciertos estímulos o situaciones.
Necesidades emocionales:
- surgen de las necesidades emocionales (satisfechas o no) infantiles. Estas necesidades son universales y se presupone que una persona “sana” encuentra satisfechas estas necesidades emocionales nucleares. Podemos citar 5 grandes necesidades infantiles:
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- Vínculos seguros con las figuras de apego (seguridad básica, estabilidad, alimentación, cuidado emocional y aceptación).
- Autonomía, competencia y sentido de identidad.
- Libertad de expresar necesidades y emociones (validación).
- Espontaneidad y juego.
- Límites realistas y autocontrol.
Formación:
Son el resultado de la interacción del temperamento (bases neurobiológicas de la personalidad) con las experiencias (saludables o nocivas) diarias del niño con los padres, hermanos, abuelos, etc., y grupo de iguales en la infancia y adolescencia.
Experiencias nocivas:
las experiencias nocivas son las más relevantes para el desarrollo de los esquemas disfuncionales/desadaptativos. Nos referimos a experiencias emocionales que se dan en los primeros años de vida y que se experimentan en el seno de la familia nuclear. Los esquemas que se desarrollan durante los primeros años de vida son los más fuertes. Posteriormente, con el crecimiento y maduración del niño, van adquiriendo importancia los amigos, grupo de iguales, escuela, vecinos y cultura. Estos también pueden ayudar al desarrollo y modificación de algún esquema. Se han observado cuatro tipos de experiencias que fomentan la aparición de estos esquemas:
- Frustración “tóxica” de las necesidades: el ambiente de la infancia olvida o no cubre alguna necesidad como la estabilidad, comprensión, etc.
- Traumatización o victimización: se daña o victimiza al niño. Se hace referencia a experiencias relacionadas con la humillación, recibir críticas exageradas al cometer errores, la culpabilización o generalización de un error. Po ejemplo “eres torpe” “siempre haces lo mismo”.
- Carencia de límites claros y realistas: excesiva indulgencia, fomento de la autonomía e independencia sin límites claros.
- La internalización selectiva o identificación del niño con las personas significativas: la influencia de los modelos de conducta que el niño aprende.
formación del autoconcepto
Son centrales en la formación del autoconcepto (autoestima).
Activación de los esquemas:
Los esquemas aparecen en la conciencia como consecuencia de la ocurrencia de eventos relevantes/relacionados con el esquema o por el estado anímico de la persona. El grado de activación del esquema irá disminuyendo con su sanación. El funcionamiento sería el siguiente:
Captación de un estímulo relevante o relacionado con un evento de la infancia que llevó a la formación de un esquema–>activación inconsciente (en la amígdala) de las emociones y sensaciones relacionadas con el esquema.
Por otro lado, los recuerdos conscientes y los pensamientos asociados con el trauma, estarán anclados en el sistema hipocampal y en el córtex superior.
Generan malestar y emociones muy intensas:
Cuando un esquema disfuncional/desadaptativo se activa genera altos niveles de emoción negativa (pérdida, tristeza, miedo, rabia, vergüenza, etc.) muy dolorosa.
Consecuencias:
Los esquemas pueden llevar al sufrimiento de consecuencias negativas en el trabajo, en las relaciones interpersonales, en la aparición de trastornos psicológicos, etc., o al sufrimiento de consecuencias negativas mayores como las autolesiones, intentos de suicidio o las reacciones de violencia extremas.
Perdurables:
Los esquemas “luchan por perdurar” ya que son el resultado del impulso humano por sobrevivir. Durante la infancia, los esquemas ayudan al niño a comprender y manejar el ambiente; es lo que el individuo conoce y le es familiar. Son verdades “a priori” que influyen en el procesamiento de los eventos del futuro. A nivel cognitivo, el esquema se mantendría al magnificar la información que confirmaría el esquema y negando o minimizando la información inconsistente con éste.
Son dimensionales:
Tienen diferentes niveles de severidad, generalización y omnipresencia. A mayor severidad, mayor activación en más situaciones.
Incondicionabilidad:
Cuanto más temprano se forma un esquema, mayor generalización, inflexibilidad y severidad. Esto implicará una mayor activación del esquema y mayor presencia en la definición del sí mismo (autoconcepto/autoestima). Los esquemas que se desarrollan más tarde influyen en menor medida en el autoconcepto, son más flexibles, etc. Estos últimos serían parecidos a las creencias disfuncionales (Beck, 1979). Por ejemplo, la Subyugación en respuesta al Abandono “si no le hago enfadar, estará siempre a mi lado”. Los esquemas más incondicionales o primarios serían:
- Privación emocional.
- Abandono.
- Desconfianza.
- Imperfección.
- Aislamiento social.
- Dependencia.
- Fracaso.
- Insuficiente autocontrol.
Mayor condicionabilidad poseerían los esquemas siguientes:
- Subyugación.
- Autosacrificio.
- Búsqueda de aprobación.
- Inhibición emocional.
- Metas inalcanzables.
Interfieren con la obtención de necesidades nucleares:
Necesidad de autonomía, de sentirse unido a los demás, de ser respetado por los demás, de expresarse libremente y de moverse dentro de unos límites sociales adecuados y conductuales.
En el siguiente artículo expondremos y analizaremos cada tipo de esquema desadaptativo. ¡Te animo a continuar leyendo nuestro blog!